Decodificación Integrativa:
Todo lo que me hemos aprendido hasta ahora, todo lo que nos hemos esforzado… no es el fin. Sólo hemos estado realizando un camino, una gimnasia mental que ha activado y sembrado los caminos que ahora nos toca empezar a usar adecuadamente y de forma productiva. De alguna manera es como dejar aparcado la forma en la que nos han enseñado a aprender (separándonos como individuos) y volver a una comunicación completa (sin separación con el todo), es un retorno al ser.
Activar nuestra capacidad innata es sólo un lenguaje, una vibración a la que somos capaces de acceder soltando nuestros miedos y patrones.
Que nos encontremos a veces perdidos, confusos, es normal e incluso saludable porque nos hace plantearnos nuestra vida. La dificultad no reside en esos momentos puntuales. La cuestión realmente es si hemos o no aprendido a vivir y entender los procesos que hemos elegido experimentar en nuestra vida.
En Decodificación Integrativa aprendemos a través del grupo que se forma a entender, sentir, ver y elaborar de forma productiva los diferentes tipos de distorsiones en los que sobrevivimos. Buscamos decirnos la verdad y conectar los cuerpos al nivel que cada persona puede sostener. Aprendemos a abrir puertas y alimentar los caminos que nos hacen ser felices, respetando los tiempos de cada uno, la necesidad de experimentar y lo que procede en cada situación. Esto se realiza guiados por nuestra sabiduría interior.
Trabajamos con otras vibraciones y tiempos para sanar, reestructurar y generar un alineamiento con el ser. Lo hacemos a través de generar una comunicación directa de ser a ser, buscando el respeto y amor por uno mismo, el otro y la situación generada por ambos. Para ello tenemos que quitarnos capas de condicionamientos, tanto las propias como las heredadas.
El límite y el ritmo lo pone cada uno, pero lo hacemos consciente.